Monday, June 9, 2014
Te hago daño...
Te hago daño. Aún no lo suficiente como para alejarme. No mereces la dualidad en la que te sumerjo, lentamente; ¿no sientes la cadena amarrada a tu tobillo? ¿No sientes el vacío de necesidad en tu pecho? Cierra los ojos y sabrás que es un vacío creado... había una vida antes y también habrá una vida después de mí. Soy completamente reemplazable.
Esta es mi manera de hablar claro. Mediante el ritmo en que respiro con mi asma que empieza a apoderarse de mí. Ocultando las lágrimas ante tu rostro, para no herir más de lo debido. Pero hiriendo... porque mi egoísmo te quiere para mí. Porque me fascina un no sé qué, que no me explico hasta que escucho tus argumentaciones y disertaciones de lo que lees y de lo que sabes. Pero eso lo hace todo el mundo, si se lo propone. Lo que me encanta de tí es la manera en que muestras tu hambre de saber más, de cuestionarte todo e incluso lo que ya sabes. ¿Te perderás en los recónditos de las pulsiones que te mueven a respirar,a sentir, a sonreír, a querer, desear y escribir como yo?
Pero, ¿de qué vale tanto, si ya es tarde? Si ya no puede tenerte, porque mi vida se desdobla en la mitad de la posibilidad y la imposibilidad. Estoy dispuesta a fingir, que existe el tiempo para verme entre tus brazos y entregarme al ritmo de mis respiraciones entrecortadas por el deseo y la enfermedad. Si te enamoras de los remanentes de un corazón que se deshace en polvo, te haré daño. Lo suficiente como para yo, alejarme.
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