Monday, September 1, 2014

Día 30

Me reclino en mi sillón desgastado,
produzco unos anillos de humo
con mis labios,
teniendo en cuenta que esto
sucedería,
y me quedaré con las ganas
-y se acabaron las excusas-
para buscarte.
Posiblemente has quemado mis fotos,
me has escrito 10,000 elegías
me maldigas por lo alto de tu cabeza
y me entierres debajo de tus pies.
Posiblemente quedé como el capítulo
negro, extirpado, canceroso
de tu memoria, en donde no recuerdas
de lo bueno,
Seré la maldición impronunciable,
el cucos de los niños,
nuestros niños sueños que apenas
abrieron sus ojos y pudieron admirar la luz.

Lo poco que queda de mí,
la poesía -si acaso
la tuve entre mis manos
en algún lapso de tiempo-
será el espacio que siempre te pertenecerá.
Ya los niños sueños han muerto,
así como los recuerdos hermosos,
y aunque escupas mi memoria
y te defeques en mis lágrimas secas
                                                       de tu apartamento...
aquí puedo tocarte y no me da miedo,
el perderte ya no me da tanto miedo.

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